57 BOLETÍN DE LA COMISIÓN DE SEGURIDAD SOCIAL, 2024

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LA SEGURIDAD SOCIAL Y EL TRABAJO DE CUIDADOS.

 

Para comenzar, es importante entender que el trabajo de cuidados, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) comprende la producción de bienes y servicios esenciales para la vida, como la preparación de alimentos, la realización de tareas de apoyo físico y emocional, la transmisión de conocimientos y valores, y el acompañamiento a las personas para garantizar su bienestar.

 

Este tipo de trabajo enfatiza la interdependencia entre las personas que reciben los cuidados y las que los proveen ya sea de forma remunerada o no remunerada; y deben entenderse como un derecho (a cuidar, a ser cuidado, a no cuidar y a autocuidarse). Generalmente, hay trabajo de cuidados remunerado dentro del sector del trabajo doméstico y en los servicios de salud, sociales y educativos.

 

Por su parte, el trabajo de cuidados no remunerado se refiere a aquella gran cantidad de trabajo de cuidados que se hace en el ámbito del hogar, por el cual no se recibe ningún tipo de pago; es decir que dentro de este tipo de trabajo de cuidados podemos encontrar labores como la limpieza del hogar, preparación de alimentos, cuidado y crianza de niñas y niños, cuidado de adultos de la tercera edad, cuidado de personas enfermas, cuidado de personas con capacidades diferentes, entre otras. En su mayoría, este tipo de trabajo está a cargo de las mujeres, lo que afecta directamente a su libertad e igualdad laboral.

 

El trabajo de cuidados presenta dos características fundamentales que se repiten a lo largo del continente americano: su alto nivel de familiarización y su feminización. Mayoritariamente las familias y dentro de ellas, las mujeres son las principales proveedoras del cuidado necesario para el sostenimiento de la vida. Debido a la vigencia de la división sexual del trabajo, las tareas domésticas y de cuidado han sido designadas como tareas de mujeres, afectando la libertad, igualdad y dignidad de éstas.

 

De acuerdo con estudios realizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), 647 millones de mujeres en edad de trabajar están fuera de la fuerza de trabajo debido a responsabilidades familiares. También, es sabido que el 76.2% de las mujeres realizan todo el trabajo de cuidados no remunerado en su mayoría dentro del hogar, dedicándole 3.2 veces más tiempo que los hombres.

 

En el mismo sentido, podemos señalar que en al menos 10 países de América Latina y el Caribe, la contribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado representaría entre la cuarta y la quinta parte del PIB. De acuerdo con estudios realizados por parte de la CISS, 9 de cada 10 personas trabajadoras de cuidado son mujeres. Además, el 60% de las mujeres de América Latina y el Caribe en hogares con presencia de niños y niñas menores de 15 años declara no participar en el mercado laboral por atender las responsabilidades familiares.

 

Por otra parte, podemos traer a colación que el 27% de las mujeres ocupadas en América Latina trabaja en el sector de cuidados, y que el grueso de las personas empleadas en salud son las mujeres con un 72.6%, seguido por la ocupación del 69.6% en educación, y 90.7% en trabajo doméstico no remunerado, entendiendo que las tres ocupaciones mencionadas representan ejemplos de trabajo de cuidados.

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC), en 2022 en México se estiman 58.3 millones de personas susceptibles de recibir cuidados en los hogares, cifra que se conforma por personas con discapacidad o dependientes; población infantil (0 a 5 años); niñas, niños y adolescentes (5-17 años); personas adultas mayores (60 años y más). Del total de estas personas, 64.5 % los recibe por parte de una persona de su hogar o de otro hogar.

 

En 2022, 31.7 millones de personas de 15 años en adelante, brindaron cuidados a integrantes de su hogar o de otros hogares. De esta población, 75.1 % correspondió a mujeres y 24.9 % a hombres. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del 2019, en México mientras las mujeres dedican 39.7 horas a la semana en labores domésticas y de cuidado, los hombres invierten 15.2 horas, existiendo una brecha de aproximadamente 24.5 horas.

 

Uno de los aspectos más problemáticos a los que se enfrentan las personas que se dedican al trabajo de cuidados no remunerado, es que lo hacen en total desprotección ya que, en la mayoría de los casos, no pueden acceder a prestaciones de seguridad social. Por ejemplo, no tienen acceso a prestaciones de salud, se enfrentan al riesgo de sufrir pobreza económica en la vejez ya que, al no haber formado parte del mercado laboral formal, no cuentan con los aportes exigidos por los sistemas contributivos, entre otros riesgos sociales.

 

En definitiva, quedan excluidas de la protección de la seguridad social a pesar de que su trabajo de cuidados haya contribuido en forma decisiva para el bienestar de las personas que integran el hogar y de la sociedad en su conjunto.

 

La Conferencia Interamericana de Seguridad Social forma parte de la Alianza Global por los Cuidados, que es una iniciativa global lanzada por el Instituto Nacional de las Mujeres de México (INMUJERES) en alianza con ONU Mujeres para afrontar la carga de cuidados que obstaculiza las oportunidades económicas de las mujeres haciendo un llamado urgente a gobiernos, organismos internacionales, sociedad civil, iniciativa privada, organizaciones filantrópicas y otros socios estratégicos.

 

La Alianza Global por los Cuidados busca transformar la cultura y reducir las desigualdades garantizando el reconocimiento, reducción y redistribución del trabajo doméstico y de cuidados entre los actores corresponsables, así como la remuneración y el reconocimiento de las personas trabajadoras de cuidados.

 

El trabajo de cuidados es un elemento central del bienestar de las personas. Por ello, se debe promover su reconocimiento y revalorización, además de la debida provisión de servicios de cuidados y la incorporación a la seguridad social de las personas cuidadoras

 

 

Arturo Rangel Bojorges Mendoza

Consejero Suplente ante el H. Consejo Técnico del IMSS.

Información obtenida de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social.

 

 

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