¿Sabías que la Secretaría de Salud emitió una alerta sanitaria ante el alza en los casos de lepra en México?
Actualmente 28 estados reportan casos en tratamiento con 300 casos registrados en el sistema de información no automatizada de casos de Lepra. Siete estados registraron municipios con tasa de prevalencia mayor a un caso por 10 mil habitantes, que para fines programáticos han denominado “Municipios prioritarios para lepra” en los siguientes estados y municipios; Jalisco (Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca), Michoacán (Nocupétaro y Nuevo Urecho), Morelos (Tlaltizapan), Nuevo León (Lampazos) Oaxaca (El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa), Sinaloa (Choix) y Yucatán (Tunkas). Las acciones de búsqueda intencionada de caso en las jornadas dermatológicas deben privilegiar la intervención en estos municipios a fin de interrumpir la cadena de transmisión.
Además, existen 618 casos registrados en vigilancia postratamiento en 24 estados de la República. Una actividad fundamental para la interrupción de la cadena de transmisión es el estudio de contactos, lo cual constituye un área de oportunidad para aumentar actividades en la población vulnerable a enfermar y así tener la oportunidad de un diagnóstico y tratamiento oportunos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), donan de manera anual, los fármacos de poliquimioterapia (PQT) para la atención de las personas afectadas por la lepra. Se requiere de grandes esfuerzos por parte de todos los involucrados y actividades de campo que permitan identificar áreas leprógenas y realización de búsqueda efectiva de casos, acciones que contribuirán a un cambio en el comportamiento de la enfermedad en México.
A través del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), la Secretaría de Salud cuenta con un Programa de Prevención y Control de la Lepra, cuyos principales retos son:
- Capacitar al personal del sector salud para potenciar el diagnóstico y tratamiento.
- Examinar como mínimo al 90% de los contactos.
- Asegurar el tratamiento gratuito para todos los enfermos.
- Curar al 95% de los enfermos ingresados a tratamiento.
- Disminuir los municipios con prevalencia de lepra igual o mayor a uno por 10,000 habitantes en los estados endémicos.
¿Pero que es la lepra?
Durante la Edad Media, las enfermedades infecciosas causaron estragos y terror entre la sociedad de la época. Dos de ellas, fueron: la tuberculosis y la lepra.
A lo largo de la época medieval, a los leprosos se les separaba y aísla de la sociedad dentro de los miles de leprosarios que proliferaron en las márgenes de las ciudades europeas. Aunque pudieran salir de ellos, quedaban obligados al estigma: utilizaban un hábito con sombrero y capucha y debían avisar de su presencia a los demás, ya sea sonando una campana de mano o una especie de tablillas de madera llamadas carracas.
Hacia el final de la edad media, la lepra se redujo progresivamente. Sin embargo, el estigma hacia quienes padecen esta enfermedad se mantiene a lo largo del tiempo, e incluso hoy en día existe discriminación y estigma hacia quienes padecen lepra.
La lepra es un padecimiento infeccioso crónico causado por una bacteria conocida como bacilo Mycobacterium leprae o de Hansen. El microorganismo tiene un proceso de reproducción lento. Entre el periodo promedio de incubación y la aparición de los primeros síntomas pueden pasar hasta cinco años. Afecta a la piel, el sistema nervioso periférico, el tracto respiratorio superior y los ojos.
Los primeros indicios de la enfermedad son manchas en la piel, lesiones, pérdida de sensibilidad, debilidad muscular y sensación de hormigueo en las extremidades. Cuando los casos no se tratan al inicio de los signos, la enfermedad puede causar secuelas progresivas y permanentes, que incluyen deformidades y mutilaciones, reducción de la movilidad de las extremidades e incluso ceguera.
Para que la enfermedad se propague se necesita tener contacto cercano y constante con personas infectadas no tratadas. Las bacterias que provocan la enfermedad se transmiten a través de las gotículas respiratorias que expulsa una persona contagiada por la boca y la nariz al hablar, toser o estornudar. A pesar de que las lesiones en la piel son uno de sus principales síntomas, la lepra no se contagia por el contacto ocasional con alguien enfermo, ni al saludarlo, compartir comida o sentarse a su lado. Tampoco existe evidencia de su transmisión a través de las superficies. Además, una vez que inicia el tratamiento, los enfermos pierden la capacidad de infectar a personas sanas.
Los tipos de lepra se clasifican en dos, según el número de lesiones presentadas en cada caso. Mientras la lepra paucibacilar supone casos con una a cinco lesiones cutáneas, la multibacilar comprende más de cinco lesiones, o bien, la aparición de alguna afectación nerviosa.
El padecimiento es curable y el tratamiento reduce de manera considerable las posibilidades de discapacidad, se suministra durante 6 meses a un año. En México y el resto de Latinoamérica la medicación para combatir la lepra es gratuita, pero según datos de la Secretaría de Salud, solo el 69% de los pacientes terminan su tratamiento.
Arturo Rangel Bojorges Mendoza
Consejero Suplente ante el H. Consejo Técnico del IMSS.
Fuente: Boletín epidemiológico de la SSA/OPS