La educación entre 2018 y 2024: el inmenso reto ante lo inesperado
Un balance de la actividad educativa sin atender al trancazo social de la pandemia, y la forma de enfrentarlo por parte de las autoridades, sería inaceptable. Desde la creación de la SEP en 1920, la emergencia sanitaria que vivimos es el fenómeno que más ha impactado a la educación en México.
Entre marzo de 2020 y agosto del 21, el cierre de todos los planteles educativos fue inédito. El cese de las actividades presenciales, para reducir la movilidad que implican los traslados de 33 millones de estudiantes (del prescolar al posgrado), a los que se suman más de dos millones de maestras y maestros a los 260 mil espacios educativos con los que contamos fue, literalmente, un choque frontal, sin frenos disponibles, ante ese factor que siempre acompaña a la vida personal y social: lo inesperado.
El ciclo escolar 2019-2020 se interrumpe luego del receso por Semana Santa; el 2020-2021 se desarrolla con las escuelas cerradas, y se inicia la apertura gradual e irregular en el correspondiente a 2021-2022. Quizá se pueda fechar un retorno generalizado a la actividad cara a cara hasta el comienzo de 2022. Las cifras oficiales señalan que el confinamiento duró 250 días laborables. Para cientos de miles fue aún mayor.
Si bien el acontecimiento era imprevisible —y resulta insoslayable su impacto negativo diferenciado en su magnitud al montarse sobre un sistema agudamente desigual—, es interesante observar cómo se atendió. Es falso que echó mano de la Educación a Distancia, pues este tipo de procesos tiene una base pedagógica y de infraestructura no disponibles. En realidad, se generaron, sobre la marcha, formas de Educación Remota de Emergencia. No es lo mismo. Y no había más cera que la que arde.
Lo que sí pudo variar fue el modelo que se decidió tomar: la encrucijada en ese momento era, por un lado, el intento de continuar, en todo el país, con los procesos escolares “desde lejos” sin modificar los planes de estudio o, por el otro, generar estrategias educativas adecuadas a las circunstancias, sí, pero dejando en manos del magisterio la facultad de idear alternativas adecuadas a los diversos entornos y contextos, para que el vínculo pedagógico siguiera en curso sin apego, era imposible, a lo que se haría sin la presencia del Covid.
El temor a perder el control del sistema condujo, en toda la educación básica, al empleo de la forma más accesible para transmitir información —por la tele para simular sesiones de “clases”— y cumplir con lo previsto a pesar de la crisis. En ese momento, y no desde la ventaja de la perspectiva actual, la estrategia de reproducción artificial de la modalidad escolar —el Aprende en Casa— se impuso a las propuestas de diseñar modos distintos para sostener el aprendizaje de lo fundamental (por ejemplo, con series de lecturas adecuadas a cada nivel).
Así fue, y no de otra manera: se reiteró el centralismo de siempre y la escuela se coló a las casas. No había solución perfecta y el esfuerzo fue notable, pero el Ogro Pedagógico tradicional que habita en la SEP, y su añeja inercia, se resistió a la innovación y desconfió de la versatilidad creativa de las y los maestros. A pesar de ello, surgieron múltiples iniciativas locales que sería muy valioso recuperar, antes que pasen al olvido.
El saldo en cuanto al aprendizaje formal y el ámbito emocional, no se ha realizado, aunque no fue menor o intrascendente. No se organizaron formas de restañar, en lo posible, los daños producidos: urgía el retorno a la paradójica ¿nueva? normalidad.
Trabaja SEP para fortalecer infraestructura de 100% de escuelas de Educación Básica
Para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la educación es un derecho y nunca un privilegio, y por eso existen programas como Becas para el Bienestar Benito Juárez, La Escuela es Nuestra y Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, afirmó la secretaria de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya.
Al participar en la presentación de avances de Programas para el Bienestar, encabezada por el titular del Ejecutivo federal, señaló que, en cinco años, este programa atendió 76 por ciento de los planteles de Educación Básica pública en todo el país y se trabaja para que el 100 por ciento reciban el apoyo.
Recordó que más de 12 millones de estudiantes reciben becas en Educación Básica, Media Superior y superior.
“Estas becas ayudan a evitar el abandono escolar y favorecen la continuidad y permanencia de los jóvenes en sus escuelas.”
Añadió que el programa La Escuela es Nuestra entrega recursos de manera directa a madres y padres de familia que conforman Comités Escolares y, mediante asambleas, deciden cómo utilizar ese presupuesto.
Detalló que la inversión en 202 Universidades para el Bienestar Benito Juárez García no tiene precedente, además de que se ubican en lugares distantes que hacen posible garantizar el derecho a la Educación Superior de las y los jóvenes que habían sido excluidos.
Dijo que en Guerrero existen 15 sedes de esas universidades, una de ellas en el municipio de Atoyac, donde se forman ingenieras e ingenieros agroforestales.
Finalmente, destacó la coordinación entre autoridades federales y estatales en las tareas y acciones de apoyo a los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez, luego de los daños provocados por el huracán Otis, y señaló que la atención inmediata y el trabajo intenso ya rindieron frutos, ya que las actividades económicas y la vida colectiva han regresado casi a la normalidad.
La alternativa para la educación
La educación alternativa sirve para complementar el conocimiento e impulsar la creatividad de los ciudadanos, es por ello que, te cuento sobre las acciones que ha llevado el gobierno de Guadalajara al respecto.
La UNESCO plantea una reflexión importantísima respecto a las alternativas educativas, donde las habilidades y competencias que requieren las sociedades y economías del conocimiento actuales evolucionan rápidamente para adaptarse al ritmo del cambio económico, tecnológico y social. La necesidad de ofrecer oportunidades de aprendizaje a los individuos a lo largo de toda la vida es cada vez mayor. Responder a esta tendencia exige itinerarios de aprendizaje flexibles, fuertes vínculos entre el aprendizaje formal, no formal e informal.
El gobierno de Guadalajara ha aportado con la remodelación del Museo de la Ciudad, Escuela de Música Ricardo Flores Magón, con una inversión de 79 millones 588 mil 595 pesos. Un verdadero logro, pues las reformas que se generan a dichos espacios, ayudan a impartir cursos o fomentan las actividades artísticas en las ciudadanas y ciudadanos.
Además, para fortalecer los espacios y centros de atención para la asistencia social mediante el DIF Guadalajara, se han invertido 53 millones 682 mil 615 pesos en la remodelación o construcción de las Villas Miravalle, LÚDICA, el Centro Asistencial de Desarrollo Infantil (CADI), Rehabilitación de la alberca del DIF Patria, Centro de Desarrollo Infantil No. 11, Centro de Desarrollo Infantil No. 13. Con dichas reformas, se estima que, alrededor de 20 mil usuarios y personas en situación de vulnerabilidad pueden aprovechar de servicios de primer nivel e instalaciones y equipamiento adecuados para su uso.
Un modelo que va al alza es el de los Centros Comunitarios Colmena; las Colmenas son espacios de encuentro, donde se generan procesos y proyectos comunitarios horizontales y solidarios, que apunten a la construcción de saberes, pensares, conocimientos y relaciones colaborativas. En las Colmenas se brindan más de 50 talleres, servicios y asesorías como: ballet clásico, expresión corporal para niñas y niños, club de tareas, primaria y secundaria abierta, pintura y artes plásticas, inglés básico, Robótica, Bisutería, Enfermería, Primeros auxilios Fitoterapia y herbolaria, cocina y huerto, entre otras.
Valorar los medios alternativos de aprendizaje es importante para garantizar a los habitantes de la ciudad un desenvolvimiento acertado. Que los gobiernos se interesen por el aprendizaje alternativo, adaptado al entorno social y cultural al que pertenecen los jóvenes y adultos, es realmente motivador; con esta columna cierro la trilogía que he hilado las últimas dos semanas. Sigamos con esta apuesta, para conseguir lograr la meta del ODS 4 “educación de calidad” ya que la educación es la clave que, además, permitirá alcanzar muchos otros objetivos de desarrollo sostenible
https://www.eloccidental.com.mx/analisis/la-alternativa-para-la-educacion-11457804.html