El futuro de la educación superior
El artículo 3° de nuestra Carta Magna –primera en el mundo en reconocer derechos sociales– instituye el derecho humano a recibir educación, el cual ha venido fortaleciéndose al paso del tiempo. En 2019, mediante una reforma constitucional, se amplió la obligatoriedad de garantizar también la educación superior.
Al igual que al resto de los niveles educativos, se establece en el mandato constitucional que corresponde al Estado la rectoría de la educación; y que la impartida por éste, además de obligatoria, deberá ser universal, inclusiva, pública, gratuita y laica. La fracción X del mismo artículo 3° dispone que las autoridades federales y locales establecerán políticas para fomentar la inclusión, permanencia y continuidad; y que deberán proporcionar los medios de acceso para las personas que cumplan con los requisitos dispuestos por las instituciones públicas.
La Ley General de Educación –en su artículo 119– destaca que al menos 1% del Producto Interno Bruto (PIB) se deberá destinar al gasto para financiar la educación superior y la investigación científica, así como humanística; y se dispuso que la transición hacia la gratuidad debería ser de manera gradual.
Lo anterior es importante, ya que el pasado 28 de diciembre se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el Decreto que aprueba el Programa Nacional de Educación Superior 2023-2024 y el Programa respectivo, que son el conjunto de estrategias y principios que regirán la actuación de los servidores públicos en la materia.
En el Programa se destaca que, mientras en 2018 el gasto federal en educación superior y posgrado fue de 0.58%, en 2021 lo fue de 0.61% del PIB. Asimismo, se plantea como uno de los objetivos prioritarios el promover una nueva política de financiamiento que garantice el cumplimiento de los fines de la educación superior, así como su obligatoriedad y gratuidad.
La meta es ambiciosa: se plantea que en el ciclo 2024-2025 nuestro país beneficie a una matrícula de 5.5 millones de estudiantes de educación superior; es decir, una cobertura de 48.3%. En el largo plazo, se plantea que en 2040 nuestro país esté inmerso en la fase de universalización de la educación superior.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía señala que, en 2020, el porcentaje en los niveles educativos de la población de 15 años y más se situó de la siguiente manera: 0.2% no especifico, 4.9 sin escolaridad, educación básica 49.3%, media superior 24% y superior, sólo 21.6%.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó en diciembre de 2019 un diagnóstico de la educación en México e identificó que este nivel educativo se ha extendido rápidamente. Entre 2007 y 2017, el porcentaje de los jóvenes de 25 a 34 años con educación superior aumentó de 16% a 23%, no obstante, esta proporción está aún muy por debajo del promedio de los países de la organización, que ascendió a 44%.
Sin embargo, la asignación del Presupuesto de Egresos para este año 2024 no establece una inversión importante para fortalecer la materia educativa y tampoco a la educación superior. La inversión pública en la formación de las nuevas generaciones no aparece como una prioridad en el gasto público para lo que queda de la presente administración federal.
En esta realidad, las instituciones de Educación Superior deberán seguir estableciendo políticas emergentes que procuren evitar la traslación de costos a los estudiantes universitarios.
Educación e innovación: cinco tecnologías que mejoran la enseñanza
¿Ayudan las nuevas tecnologías a progresar y mejorar en el ámbito educativo? ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de “educación y nuevas tecnologías” en el aula, y cuál es el impacto que realmente tienen?
En el caso de las tecnologías de la información (TIC) que definen nuestra era, el gran cambio que han supuesto en la concepción del proceso de enseñanza y aprendizaje es el de pasar de consumidor de información a agente activo en la producción de conocimiento. Esta transformación radical queda definida en la teoría del conectivismo, de principios del siglo XXI.
Este término tan arraigado hoy en día en el panorama educativo ha vivido una evolución que no siempre ha calado en la escuela. Las TIC dieron paso a las Tecnologías para el Aprendizaje y Conocimiento (TAC), en un intento de resaltar la intencionalidad de usar estas en la escuela con fines educativos. Pero la auténtica revolución hubiera sido asimilar su uso más allá del consumo de datos o información.
La experta española Dolors Reig ha acuñado una nueva denominación de estas herramientas: Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación (TEP). Esta nueva forma de entenderlas nos orienta hacia una pregunta que siempre debería estar latente ante la decisión de su uso: ¿para qué introducirlas en la escuela?
Sinergia entre educación y nuevas tecnologías: los alumnos los protagonistas
Si la finalidad de la sinergia entre educación y nuevas tecnologías no es otra que consumir datos e información es posible que no nos hagan falta determinados recursos tecnológicos. Pero si pretendemos empoderar y hacer protagonistas a los alumnos en el proceso de generación de conocimiento y de transformación de la sociedad en red será imprescindible el uso de dispositivos que faciliten esa dinámica.
Rubén D. Puentedura desarrolló el modelo SAMR para facilitar la reflexión sobre la intención con que incorporamos tecnologías en el aula. La S se corresponde con “sustitución”, y hace referencia a las tecnologías que se introducen en la escuela para sustituir a otros elementos sin que el cambio suponga en realidad nada nuevo. Por ejemplo, cuando se sustituyeron los mapas en papel por una proyección de diapositiva o transparencia sin más.
La A se corresponde con “aumento” y se da cuando reemplazamos una herramienta por otra y facilitamos la misma tarea, pero sin que haya un cambio metodológico.
La M se refiere a la “modificación” o el rediseño de la dinámica entre educación y nuevas tecnologías para el aprendizaje. Por último, la R hace referencia a “redefinición” que se dará cuando se generen determinadas actividades que sin el uso de esa tecnología no sería posible hacer.
Nuevas tecnologías en educación: impresoras 3D, realidad extendida, robótica, IA y sistemas aumentativos
Muchas de las tecnologías actuales se pueden usar, en realidad, desde cualquiera de estos cuatro enfoques, sin limitarse a atraer la atención de los alumnos hacia el contenido o la explicación, dado que esta es una motivación que pronto decae. Hoy en día cualquier docente atraería la atención de sus alumnos si utilizara en sus clases un proyector de diapositivas convencional, y estaría innovando para la inmensa mayoría de ellos.
Existen varias tecnologías interesantes en la enseñanza y el aprendizaje. Pero al utilizarlas conviene tener las siguientes preguntas en mente: ¿Me sirve para empoderarlos? ¿Para hacerles más partícipes de su aprendizaje? ¿Qué transformación metodológica busco? ¿Me permitirá diseñar actividades que hasta ahora no podía hacer?
- Impresoras 3D. Hace tiempo que forman parte de esta simbiosis entre educación y nuevas tecnologías y pueden servir para recrear elementos prediseñados, pero también para experimentar con nuevas ideas y proyectos. Algunas al servicio de la comunidad, como extremidades funcionales o prototipos para proyectos de emprendimiento en la escuela. Ofrecen la posibilidad de producir a pequeña escala las ideas de los alumnos.
- Realidad extendida. Engloba la realidad aumentada, la mixta y la virtual. La realidad aumentada combina elementos del mundo real con elementos virtuales; la mixta añade la posibilidad de interacción de los elementos reales con los virtuales, y la realidad virtual sumerge a la persona en un entorno completamente virtual.
- Robótica y programación. La utilización de la programación en el ámbito escolar no es una novedad. Muchos recodaremos el lenguaje de programación LOGO, el de la tortuga, creado en la década de los años 60. Esta creación se basaba en las ideas del científico Seymour Papert sobre la teoría del aprendizaje y la psicología cognitiva. Décadas después contamos con numerosos lenguajes de programación que, de la mano de la robótica, permiten desplegar en la realidad lo diseñado en el ordenador.
- Inteligencia artificial. No podíamos dejar fuera de esta lista sobre educación y nuevas tecnologías a la inteligencia artificial. Recientemente la UNESCO ha publicado una guía para el uso de ChatGPT en la educación superior. En esta se apunta a su utilización para generar ideas, ser un asistente colaborativo, ser ayudante para el diseño educativo y una herramienta motivadora.
- Sistemas aumentativos y alternativos de comunicación. Hay muchas herramientas tecnológicas que se abren paso tímidamente pero que suponen una notable mejoría en la calidad de vida de muchas personas con discapacidad. El desarrollo de estas herramientas, tanto de software como de hardware, no sólo suponen un aumento en las posibilidades comunicativas. Hoy en día muchas de estas herramientas están desarrollando una nueva dinámica comunicativa.
Según la Real Academia Española, la palabra “tecnología” alude bien a un conjunto de instrumentos y procedimientos, bien a un conjunto de teorías y técnicas. Cuando nos quedamos tan sólo en el instrumento, en el dispositivo, sin profundizar en qué hacer con él, es cuando surgen las dudas sobre la auténtica utilidad de la sinergia entre educación y nuevas tecnologías.
Claudia Sheinbaum se reúne con el magisterio y asegura que México tiene la mejor educación
Desde el municipio de San Luca Tuco, Sheinbaum Pardo destacó que con la 4T quedó demostrado que los estudiantes, los profesores y profesoras de México son una prioridad, esto con programas como la beca para jóvenes que estudian en preparatoria y particularmente con la basificación de más de un millón de maestros y maestras.
La precandidata de Morena hizo hincapié en que, junto a los maestros y maestras de México, es vital trabajar en unidad, no sólo para atender las necesidades que aún quedan pendientes en el sector educativo, sino que también para garantizar la continuidad de la Cuarta Transformación cuya meta siempre será apoyar a la educación pública.
Sheinbaum estuvo acompañada de la coordinadora política nacional del Magisterio, Sonia Rincón Chanona, quien reconoció a la exmandataria capitalina como una mujer honesta que va a garantizar que la educación sea parte clave para continuar con la tarea humanista que significa la Cuarta Transformación, la cual busca cerrar la brecha que ha excluido durante muchos años a miles de mexicanos y mexicanas, tal y como lo hizo en la Ciudad de México como Jefa de Gobierno, donde todos los niños y niñas desde preescolar hasta secundaria tienen un apoyo mensual para continuar estudiando con el programa ‘’Bienestar Para Niñas y Niños. Mi Beca Para Empezar’’.
Por su parte, Eliud Terrazas Ceballos, coordinador político del Valle de Toluca, Eliud Terrazas Ceballos, reiteró el apoyo de los maestros y maestras de México a Claudia Sheinbaum, pues destacó que juntos son aliados para garantizar que los jóvenes y niños puedan acceder al derecho de la educación.
Al encuentro nacional en el que asistieron miles de maestros y maestras de todo México, también estuvieron presentes, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado Carillo.