Izamal
Aquí todo es luminoso: el amarillo ocre y el blanco es para los izamaleños una manera de conservar su luz y proyectarla hacia el futuro. Por las noches, Izamal se ilumina y entonces deja ver el origen de su gente, esa que no deja de usar la fibra del henequén o del algodón para sus textiles, la que emplea el coyol para sus rosarios, y la que cura con herbolaria y medicina tradicional.